viernes, 21 de noviembre de 2014

Mangas largas.

Hace calor y me he quitado las ojeras con todo el mundo que tenía imaginado. El camino se detuvo, pero no me he mudado. Cada mañana con neblina me despierto, camino por la pared en la que te has quedado. No se trata de contar los cigarros que he fumado cada vez que me he quemado. Poco a poco me deshago de lo que he guardado. Es mejor dejar todo de lado.

Las velas que has soplado son el fuego que se apaga. Mía no ha sido la victoria, solo las ceremonias de despedida. Qué puedo decir si he tomado tu mano las veces que has regresado. Quiero olvidarme, quiero que se apague.

Me he levantado desde adentro salvándome de cada uno de los recuerdos. Es imposible negar o borrar lo vivido, pero estoy dejando de llevarlos conmigo. No deben pesar las ocasiones, pues solo se tratan de sinrazones, que si nunca conocimos la rutina, que si fuimos juntos al cielo y al infierno, que si te creía el amor de mi vida... huevadas.