Yo me acuerdo de unos ojos claros cuando los miras de cerquita y una sonrisa adornada con bigotes. El era mayor. Yo no tenía miedo, por primera vez. Me vio en muchas de mis facetas. Sonreía con mis respuestas. Yo salía del caparazón, sin reparo. Yo, con exactitud, lo recuerdo.
Besó mi frente, varias veces. Acarició mis brazos, suavecito. Yo lo quise desde que mencionó: "Arequipa". Yo no me olvido.
Me gustaba bailar cuando estaba cerca. Me ponía a cantar a toda voz, sin sentir vergüenza. Mis ojos brillaban mientras mi corazón se aceleraba. Yo aún puedo sentirlo. Me gustaba que él me mire. Yo detestaba mi timidez.
Yo llegué a admirarlo. Me gustaba su calidez. Yo me quedaba en silencio pensando en él. Me hizo conocer el mismo Sol en un viaje cósmico. Yo echo de menos la magia, la estrechez.
Yo lo pienso. No he olvidado todo lo que fue.
Llevo conmigo los recuerdos en minutos, con precisión.
domingo, 27 de octubre de 2013
lunes, 14 de octubre de 2013
El bohemio azul
Yo quería un chico
con barba y bigotes, de cabello oscuro, que use lentes para leer. Y que
sus cejas sean pobladas y que sus ojos, ya fueran claros u oscuros, brillen cada vez que sonría. Yo quería un chico que sea un renegado, a veces. Yo
quería un chico libre, un chico rebelde, un chico que vuele. Yo quería un chico
que ría con mis bromas tontas y que comprenda mi difícil forma de ser. Yo
quería un chico que no use pitillos ni se eche gel para elevarse el cabello. Yo quería un chico de peinado desordenado. Yo
quería un chico con uñas limpias y cortas. Yo quería un chico con brazos
fuertes para que me abrace aún más fuerte. Yo quería un chico que fume cigarrillos y se eche unas chelas algunas mañanas conmigo. Yo quería un chico que le
gusten los perros y entienda cuánto miedo le tengo aún a los gatos. Yo quería
un chico que desaparezca conmigo, que aparezca conmigo, pero también que
desaparezca solo y que me deje desaparecer sola. Yo quería un chico que hable malas palabras
delante de mí, un chico transparente que no cambie cuando está con sus amigos.
Yo quería un chico que si tiene que tirarse un pedo, se lo tire. Yo quería
enamorarme de un ser humano y nunca jamás de un ser pre-fabricado. Yo quería un
chico que me sorprenda con Coca-Cola, pero que me convenza de beber agua. Yo
quería un chico que me hable de Julio o Alfredo sin la intención de usarlos
como estrategias para conquistarme. Yo quería un chico que no juzgue, que no
etiquete. Yo quería un chico que tenga todo un playlist con música rara. Yo
quería un chico que lea mientras caga. Yo quería un
chico con gustos clásicos, pero no convencionales. Yo quería un chico cumbiero, pero también rockero. Yo
quería un chico antisocial. Yo quería un chico terrible. Yo quería un chico
leal. Yo quería un chico que no hable demasiado. Yo quería un chico
intelectual. Yo quería un chico cinéfilo que no ande besándome mientras nos
metemos algún maratón. Yo quería un chico que le nazca serme fiel. Yo quería un chico que se meta a
cualquier cuchitril conmigo y se vacile hasta el amanecer. Yo quería un chico que algunas veces pueda perder los estribos. Yo quería un
chico que tenga una pasión adictiva. Yo quería un chico que sea lo que quiere
ser. Yo quería un chico a quien admirar. Yo quería un chico con el que pueda compartir mi soledad.
Y la verdad es que yo
nunca soñé con un príncipe azul, pero sí, con un bohemio azul.
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