martes, 18 de octubre de 2011

La razón se ha equivocado

Nada calma el peso de la conclusión.
Mi pecho no soporta el peso de mi decisión.
Las pesadillas anunciaban esto.
El tiempo no calma nada.
Sólo aumenta el peso del dolor.
Ganas de retroceder los momentos.
Y de oprimir algún botón.
No puedo resistir.
Me desvanezco.
El centrito de mi corazón se detiene.
Agonizo.
Un corto circuito está cerca.
Mis brazos se ponen tensos.
Estoy tiritando.
Estoy gritando.
Estoy llorando.
Estoy muriendo.
Fumar ya no calma nada.
No quería esto.
Así, no.
Fui fuerte
porque tú me sostenías.
Nunca quise lastimarte,
a ti, no.
No vas a dar un paso atrás.
Estoy inmutable.
Quiero buscarte.
Quiero pedirte que me perdones.
Quiero que me perdones.
Amigo.
Cómplice.
Dime.
Quién va a llevar una pantera en su pecho.
Quién no va a bailar la música que todos bailan.
Quién va a andar tan desalineada y despeinada.
Quién te va a creer McGiver.
Quién te va a arruinar tu  sueño.
Quién te va a ser un mal usuario de la biblioteca
A quién le vas a decir que te hable bonito.
Quién te va a colgar tantas veces.
Quién se va a rayar por cosas que no entiendas.
Con quién te vas a ir a la mierda y la vas a disfrutar tanto.
No escuches a la razón, no.
Yo lo hice y mira cómo cagué todo.
Vamos, regresa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario