lunes, 14 de octubre de 2013

El bohemio azul

Yo quería un chico con barba y bigotes, de cabello oscuro, que use lentes para leer. Y que sus cejas sean pobladas y que sus ojos, ya fueran claros u oscuros, brillen cada vez que sonría. Yo quería un chico que sea un renegado, a veces. Yo quería un chico libre, un chico rebelde, un chico que vuele. Yo quería un chico que ría con mis bromas tontas y que comprenda mi difícil forma de ser. Yo quería un chico que no use pitillos ni se eche gel para elevarse el cabello. Yo quería un chico de peinado desordenado. Yo quería un chico con uñas limpias y cortas. Yo quería un chico con brazos fuertes para que me abrace aún más fuerte. Yo quería un chico que fume cigarrillos y se eche unas chelas algunas mañanas conmigo. Yo quería un chico que le gusten los perros y entienda cuánto miedo le tengo aún a los gatos. Yo quería un chico que desaparezca conmigo, que aparezca conmigo, pero también que desaparezca solo y que me deje desaparecer sola. Yo quería un chico que hable malas palabras delante de mí, un chico transparente que no cambie cuando está con sus amigos. Yo quería un chico que si tiene que tirarse un pedo, se lo tire. Yo quería enamorarme de un ser humano y nunca jamás de un ser pre-fabricado. Yo quería un chico que me sorprenda con Coca-Cola, pero que me convenza de beber agua. Yo quería un chico que me hable de Julio o Alfredo sin la intención de usarlos como estrategias para conquistarme. Yo quería un chico que no juzgue, que no etiquete. Yo quería un chico que tenga todo un playlist con música rara. Yo quería un chico que lea mientras caga.  Yo quería un chico con gustos clásicos, pero no convencionales. Yo quería un chico cumbiero, pero también rockero. Yo quería un chico antisocial. Yo quería un chico terrible. Yo quería un chico leal. Yo quería un chico que no hable demasiado. Yo quería un chico intelectual. Yo quería un chico cinéfilo que no ande besándome mientras nos metemos algún maratón. Yo quería un chico que le nazca serme fiel. Yo quería un chico que se meta a cualquier cuchitril conmigo y se vacile hasta el amanecer.  Yo quería un chico que algunas veces pueda perder los estribos.  Yo quería un chico que tenga una pasión adictiva. Yo quería un chico que sea lo que quiere ser. Yo quería un chico a quien admirar. Yo quería un chico con el que pueda compartir mi soledad.

Y la verdad es que yo nunca soñé con un príncipe azul, pero sí, con un bohemio azul.


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