sábado, 19 de noviembre de 2011

Lights

Son 7 con 18 de la mañana, estos momentos debieron de tenerme en la carpeta resolviendo la última práctica de Contratos. Sin embargo, estoy sentada en mi cuarto, con una taza llena de agua caliente, tratando de recomponer a mi estómago. Me duele, parece que quisiera decir algo con lo mucho que se revuelve.

Estoy a punto de jalar el curso con todos los honores. Sólo falta esperar la nota final con sus respectivas formalidades. Siempre hay una primera vez y aunque la idea hace unos días no sonaba tan bien, qué rico es saborear todo lo que es nuevo.

Demasiado cansada y mal alimentada, mi sueño prevaleció ante todo.

Ahora, en los momentos previos del camino hacia los cuestionamientos muy usuales (que siempre vienen), sé que empezaré con mis deseos de mandar todo a la mierda y hacer uso de mis grandes tetas para dedicarme a lo que quiero. Al final, pensaré en los motivos que hacen que siga con esto: que mi familia, que ya falta poco, y creo que como siempre, eso pesará más, por el momento.

Pero, (a la mierda, como me conozco y ya sé que estoy empezando), no quiero vivir con el disfraz (que va en aumento pues el closet está con varios pantalones y blusas) de lunes a viernes, no quiero dedicarme para siempre a algo que no va conmigo, no pues, I don´t like it.

Cómo será leer lo que te gusta, escribir con lo tanto que te gusta. Conociendo a mi personalidad, sería el éxtasis y me olvidaría del mundo de vez en cuando.

Hace unos meses que no estoy haciendo nada de lo que me mueve el corazón y reta a la razón. No tengo tiempo y eso es lo que asusta un poco más... Tengo miedo de que los años pasen, me acostumbre a lo que estoy haciendo y deje abandonados a mis sueños porque con mis actos, sólo estoy alejándome de ellos.

El plan de contingencia creo que es bueno y es más, es sensato: acabar, tener algunos ingresos (suena tan bizarro) y por fin mudarme a una casita en Urubamba y hacer lo que quiero. Y bueno, de ahí sigue la segunda parte que es de puta madre.

Así que mejor me dejo de wevadas, carajo.

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