domingo, 4 de diciembre de 2011

Días insípidos


Las tardes se reconocen tardes,
amarillas, naranjas, rojizas,
llenas de hojas caídas,
pero finalmente vacías
porque ya no encuentran en ellas
 clorofila.
Las noches se encuentran noches,
con el mismo método
en la misma luna,
pero todo es mentira.
Las mañanas prefieren no ser mañanas,
desean mantenerse clausuradas
sin nubes, sin sol, ni color celeste.
Tan violetas, tan rosadas, tan blancas,
tan anormales en lo natural,
tan normales en lo circunstancial.

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