miércoles, 10 de agosto de 2011

En vacaciones, no.

Ese único plan que orbita en mi cabeza durante las amanecidas que generan convulsión, repletas de libros, apuntes, fotocopias agregándole el respectivo "etc." nunca me suena idóneo en vacaciones. Olvido esas ganas, tantas veces insatisfechas, de quedarme en casa viendo alguna película romanticona con las típicas alucinadas de que el príncipe azul está buscándome y que sueña conmigo, igualita, igualita a como soy, mientras yo engordo con pop corn. Olvido dormir mil horas y conocer un poquito más de mi habitación porque de mudanzas, quién conoce más que yo... sólo me falta comprar una casa rodante y estoy presta para un tratado con cada indicación. Olvido comprar el vidrio para mi mesa, ya junté los suficientes boletos de combi que le iba a poner... Olvido hacerme aquel tatuaje que hace casi dos años juro que me lo voy a hacer. Olvido comprarme esas botas nuevas para cuidarlas y no dejarlas todas destruídas como lo suelo hacer. Olvido leer a conciencia todo lo que en los exámenes me inventé.

Qué mierda hago entonces. No lo sé. Sólo sé que se me pasa el tiempo andando más por allá que por acá, presa de no sé qué.

No hay comentarios:

Publicar un comentario