jueves, 25 de octubre de 2012

I'm ok

No entiendo por qué nadie me cree cuando los miro a los ojos y les digo que estoy bien. Uno se enamora, pero también se desenamora. Es simple.
Un par de meses a mí me duró desahuevarme solita en frente del espejo, but I dit it. No más puedes seres, no más oportunidades, no más intentos, no más my beautiful man no me dejes.
Es cierto que he llorado, me he embriagado, he hecho pataletas y los he torturado con monólogos debidamente fundamentados con una duración exhaustiva. Pero, now I'm ok.
Estar bien no significa ponerme linda y salir de noche, conversar con una docena de chicos guapos y agarrarme hasta al barman o que para olvidar diga que  al primer hombre con huevos que quiera intentar algo conmigo. Porque yo soy la que ahora camina con huevos mágicos que no los rompe, ni siquiera los raja y mas bien cuando quiere, los hace huevo frito, duro y hasta pasado. Y, cuando tiene ganas de usarlos para un pastel, los bate a punto nieve y se divierte.
No necesito de alguien que camine a mi lado para pasarla increíble, me permito bailar sola encima de mi colchón y alucinarme Whitney Houston a media noche endulzando los sueños de mis vecinos.
Ser realista no significa que esté sufriendo las consecuencias de a parte de que me engañó, me mandó a la porra. No, pues. Renegada y renegona siempre he sido. Nadie puede cambiar eso y bueno, soy una adorable autosuficiente que usa unas botas de puta madre listitas para patear a quien intente cagar su identidad.
No espero aplausos ni murmuraciones estúpidas de mi estado emocional o mi facultad para recuperarme así de rapidito.
Me han herido, lo sé. Pero también tengo el derecho de haberme parado y haberme olvidado de lo mucho que lo había querido.
Así que alégrense conmigo y no pongan sus caras de signo de interrogación cuando ya van muchas noches que ni siquiera lo menciono, que ni siquiera lo pienso y mucho menos lo extraño.




No hay comentarios:

Publicar un comentario